La víctima, que denunció la situación crítica en un centro de acogida en Badajoz, fue estrangulada por tres adolescentes de entre 14 y 17 años.
El asesinato de María Belén Cortés, trabajadora social de 35 años, conmueve a España y genera un intenso debate sobre la ley del menor.
La víctima, que denunció la situación crítica en un centro de acogida en Badajoz, fue estrangulada por tres menores de entre 14 y 17 años.
Los acusados, dos chicos y una chica, presuntamente robaron el auto de Cortés tras cometer el crimen, y ahora se enfrentan a cargos por homicidio, robo con violencia y contra la seguridad vial.
Sin embargo, la ley permite que estos jóvenes regresen a sus hogares, lo que ha suscitado la preocupación de la comunidad.
El padre del menor de 14 años se pronunció en redes sociales pidiendo perdón a la familia de la víctima y exigiendo a la Justicia la máxima contundencia. «Es un hecho que se sabía», afirmaron compañeras de Cortés, quienes denunciaron la falta de protección en su trabajo.
«Nos sentimos desprotegidos en nuestra labor. Somos saldo de bolso para eso, no hay consecuencias», expresó. Los educadores sociales piden cambios en la legislación y mayor protección para quienes trabajan en estos centros.
Un dato alarmante es que el menor de 15 años involucrado había cometido 37 delitos en un solo fin de semana antes del asesinato.
La situación planteó un debate sobre la eficacia del sistema de justicia juvenil en España y la urgencia de revisar la ley del menor para garantizar la seguridad tanto de los trabajadores sociales como del resto de la población.